Crónica del videopódcast "Rompiendo barreras para el talento digital femenino"


Crónica del videopódcast "Rompiendo barreras para el talento digital femenino"

02/07/2025

La Fundación Ferrer i Guàrdia ha grabado su último videopódcast, titulado "Rompiendo barreras para el talento digital femenino", en el marco de la investigación ParticipaTIC. El episodio aborda un tema crucial en el mundo actual: la brecha de género en las carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), subrayando que el análisis superficial de "falta de referentes" es insuficiente para entender la complejidad del fenómeno. La conversación, dirigida por Sandra Gómez, investigadora de la Fundación Ferrer i Guàrdia, ha contado con la participación de tres expertas de renombre: Mireia Usart (física y experta en tecnologías digitales y educación), Sílvia Planella (ingeniera mecánica y arquitecta técnica, fundadora de ENGINY-era) y Milagros Sáinz (doctora en psicología social e investigadora principal del grupo Género y TIC - IN3 de la UOC). 

Según el Women in Digital Scoreboard 2024 de la Comisión Europea, en España solo el 13% de las personas jóvenes graduadas en carreras STEM son mujeres, y el porcentaje es aún más bajo en el mundo de las especialidades TIC. Estas cifras, más allá de ser meros indicadores, muestran un sistema que sigue condicionando las aspiraciones, la confianza, las expectativas y las decisiones académicas y profesionales de muchas niñas y mujeres jóvenes. 


De izquierda a derecha: Sandra Gómez (Fundació Ferrer i Guàrdia), Mireia Usart (Universitat Rovira i Virgili), Silvia Planealla (Associació ENGINY-era) y Milagros Sáinz ( IN3-UOC) en la grabación del pódcast. 

Barreras y factores que determinan la elección de itinerarios STEM 

El debate ha puesto de manifiesto que la brecha de género en las STEM es un fenómeno multicausal que requiere una perspectiva interseccional para ser comprendido y abordado eficazmente. Las expertas han identificado múltiples factores determinantes: 

  • Autoconfianza y autopercepción digital: Las mujeres muestran una autoconfianza y autopercepción digital significativamente más bajas que los hombres, incluso con el mismo nivel de competencias, lo que afecta directamente a sus decisiones educativas y laborales. 

  • Estereotipos de género y falta de referentes diversos: La socialización desde edades muy tempranas condiciona los roles y expectativas. Hay una necesidad de mostrar referentes femeninos más diversos (mujeres racializadas, de clase obrera, etc.) y realistas, que no sólo hayan superado grandes barreras, sino que muestren una vida normal y feliz en el sector, evitando la idea de que para triunfar hay que ser una "supermujer". 

  • Masculinización de los entornos STEM: Esta masculinización hace que las chicas se sientan foráneas e incómodas, incluso en el ambiente de clase o en los patios escolares.  

  • Desigualdades sociodigitales: El acceso a tecnología de calidad, la conexión a internet y las oportunidades para desarrollar competencias digitales mediante actividades extraescolares están influenciados por el nivel socioeconómico de las familias, así como el apoyo familiar y educativo. 

  • Barreras estructurales: Afectan tanto al ámbito educativo (falta de perspectiva de género en la formación docente, ambiente de clase), como el mercado laboral (discriminación en entrevistas, falta de planes de igualdad, invisibilización de las mujeres en sectores como los videojuegos, o cuestionamiento de sus capacidades en proyectos liderados por ellas). 

  • Otros ejes de desigualdad: Les condiciones socioeconómicas y el capital cultural (desconocimiento familiar de ciertas profesiones), la zona geográfica (falta de iniciativas en zonas rurales) y la discapacidad añaden aún más tropiezos al acceso a oportunidades. 

  • Tecnología con finalidad, clave para motivar a las mujeres: a las mujeres jóvenes las motiva más el ámbito STEM cuando perciben una finalidad práctica y social en el uso de la tecnología, como en el caso de la ingeniería biomédica. Por ello, es necesario cambiar el enfoque y enseñar la tecnología vinculada a aplicaciones concretas y útiles. 

¿Por qué es crucial abordar estas desigualdades? 

Abordar la brecha de género en las STEM va más allá de las cifras y la justicia. Tal y como se ha destacado, la diversidad en los equipos de trabajo (de género, origen, disciplina) los hace más competitivos y capacita para tomar mejores decisiones. Si las mujeres no están presentes en los puestos de decisión, la sociedad pierde la mitad del talento y las soluciones tecnológicas no se adaptan a las necesidades reales de la población, reproduciendo sesgos. Se han mencionado ejemplos como el Google Maps (medido con pasos de hombre), el diseño de coches (sin considerar mujeres embarazadas), o los patrones de transporte público que ignoran los recorridos típicos de las mujeres. Por lo tanto, la falta de diversidad en el diseño y producción de tecnología perpetúa estos sesgos, frenando el progreso social, económico y tecnológico.  



Propuestas   

Se han presentado ejemplos de buenas prácticas para fomentar la presencia de chicas en STEM, como programas educativos coeducativos desde primaria, el proyecto STEM Talent Girl con chicas que provienen, mayoritariamente, de un entorno rural; las políticas integrales del gobierno de Malasia; e iniciativas universitarias como el mentoring entre iguales. Además, las expertas han propuesto varias líneas de actuación para revertir la situación: 

  • Evitar prohibiciones y discursos del miedo: Prohibir el uso de tecnología en las escuelas, por ejemplo, no resuelve el problema sino que abre más la brecha digital, ya que sólo aquellos con recursos en casa podrán avanzar. Hay que trabajar la pedagogía y explicar que la tecnología va más allá del móvil. 

  • Formación docente y enfoque transdisciplinario: Es fundamental formar a los docentes en un uso pedagógico de la tecnología y promover un trabajo transdisciplinario en las aulas, que rompa los compartimentos estancos entre materias y muestre la finalidad práctica de las STEM. 

  • Profesionalización de las entidades y la implicación masculina: Las políticas deben contar con la participación de todos, incluyendo chicos y hombres, para evitar la polarización y la sensación de culpabilidad. Las personas voluntarias que trabajan por vocaciones STEM entre las niñas deben estar también formadas por hombres, o bien profesionalizarlas para no reproducir desigualdades. 

  • Abordar sesgos sistémicos: El problema no son las chicas o las mujeres, sino una sociedad machista con valores que no siempre reflejan la igualdad. Es necesaria una reflexión social sobre cómo se hacen las cosas y cómo se piensa para abordar estos retos. 

  • Reivindicar el papel de otros agentes: Familias, educadores de calle y profesionales de la juventud también son agentes de cambio cruciales en el acompañamiento digital. 

  • Profesionalización del sector e implicación masculina: Muchas de las iniciativas por la igualdad en STEM son impulsadas por mujeres de manera altruista. Es necesario que los hombres también dediquen tiempo y que las entidades se profesionalicen para evitar que las mujeres asuman una carga adicional. 

El pódcast, enmarcado en el proyecto ParticipaTIC 2025 sobre derechos digitales de la infancia, adolescencia y juventud estará disponible próximamente con el objetivo de romper barreras para construir un futuro digital más justo y equitativo. Tal y como ha recordado Sandra Gómez, coordinadora de proyectos de la Fundación Ferrer i Guàrdia, "la desigualdad de género en las vocaciones STEM no es casualidad, sino el resultado de un entramado complejo de factores sociales, culturales y estructurales que hay que abordar de manera integral". Cerrar esta brecha no es sólo una cuestión de justicia, sino de oportunidades y de progreso para el conjunto de la sociedad.  





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