La inclusión digital es un reto mayúsculo a resolver que requiere de la actuación de todos los actores. En el seminario "Pensar la inclusión digital desde el ámbito local", personas expertas plantearon propuestas y recomendaciones para abordar las brechas sociodigitales desde la administración local y el Tercer Sector. 

El acto online organizado por la Fundación Ferrer Guardia el jueves 15 de junio, contó con la participación de Anna Inglés (Colectic/ Canòdrom Ateneu d'Innovació Digital i Democràtica de Barcelona), Ester Collado (Xarxa Òmnia) y Anna Puig (Proyecto WSCITECH del Ayuntamiento de Terrassa). El evento estuvo moderado por Sandra Gómez, investigadora de la Fundación Ferrer Guardia especializada en el estudio de brechas sociodigitales. 

En la primera parte del seminario, Sandra Gómez presentó los principales resultados del estudio Brecha y Capacitación Digital en España realizado por la Fundación. La investigación evidencia que las brechas sociodigitales no están superadas y que los agentes locales tienen un rol clave para incidir en las actitudes y aptitudes hacia las tecnologías digitales por su proximidad a la ciudadanía. 

Ideas para aplicar en los municipios

¿Qué medidas se pueden implementar a nivel local? En el seminario se incidió en los espacios de proximidad y referenciales para la población, como las bibliotecas, centros de dinamización digital, entidades sociales o servicios locales, que pueden convertirse en espacios para capacitar y acompañar digitalmente a las personas. Para Anna Inglés, se puede aprovechar estos espacios ya existentes en muchos municipios para acercarse al mundo digital y que permiten llegar a todo un abanico poblacional. 

Las expertas coinciden en el hecho que abordar la inclusión sociodigital es una cuestión inapelable y que el ámbito local y sus agentes resultan trascendentales en este objetivo. En este sentido, se apuntaron las potencialidades relativas a la detección, la capacitación y el acompañamiento, la promoción de servicios y recursos, la visibilización de alternativas éticas, etc. Se incidió, en esta línea, que en cualquier municipio se puede abordar la inclusión digital, porque aquello que hace falta es trabajar para desarrollar una estrategia planificada, lo que implica tener un buen conocimiento del territorio, del fenómeno y de los agentes y recursos. En concreto, Ester Collado destacó la importancia del trabajo en red para sumar con otros proyectos y agentes del territorio como elemento clave de este abordaje. 

Por otro lado, también se reflexionó sobre algunos de los mitos que existen alrededor del fenómeno de la brecha digital. En este sentido, se compartieron impresiones sobre la importancia de entender la inclusión digital más allá de las cuestiones únicamente relacionadas con el acceso; de poner en consideración a colectivos como los y las adolescentes y jóvenes, y abordar la inclusión aplicando una mirada interseccional.

Entre estos elementos, se dialogó sobre la necesidad de incorporar la perspectiva de género. Anna Puig, jefa de servicios de Universidades del Ayuntamiento de Terrassa, expuso diferentes experiencias que se llevan a cabo para despertar vocaciones digitales en chicas y mujeres, como charlas y talleres en el marco del Congreso WSCITECH o el proyecto Technovation. En el seminario, se reflexionó sobre la relevancia de la perspectiva de género para las implicaciones futuras de estas desigualdades, como la baja presencia de mujeres en el sector STEM. Más allá del género, también se destacaron actuaciones dirigidas a colectivos más vulnerables como los campus tecnológicos (destinados a centros de alta complejidad), el Campus Ítaca, etc.  

Sandra Gómez concluyó el seminario con una reflexión sobre la necesidad de poner en valor el trabajo del Tercer Sector Social para generar recursos y servicios de capacitación y acompañamiento. Asimismo, según la investigadora, la inclusión sociodigital hay que entenderla como un ámbito más de las políticas públicas, reconociendo su relevancia, dirigiendo recursos y desarrollando planificaciones estratégicas.  

Finalmente, también se reflexionó sobre las potencialidades de los municipios para fomentar la apropiación tecnológica por parte de la ciudadanía e impulsar el pensamiento crítico respecto las relaciones que mantenemos con estas herramientas. Además de dar apoyo a iniciativas de programario libre, algunos ejemplos que se dieron fueron hacer pedagogía, facilitar formaciones y proporcionar servidores propios. Todo ello con el objetivo de una inclusión digital basada en la soberanía tecnológica, que promueva que esta sea ética y abierta.