La brecha digital de género: más allá del acceso y las competencias digitales
07/03/2025
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Fundació Ferrer i Guàrdia presenta los principales hallazgos en perspectiva de género de la Encuesta Brechas Digitales en España. El estudio, elaborado con la colaboración de un comité de expertos y expertas, ha permitido generar una base de datos detallada sobre la brecha digital con un enfoque interseccional.
Lo particular de esta investigación es que va más allá del estudio sobre el acceso y las competencias digitales, para analizar cómo las desigualdades de género se reproducen en el entorno digital. La brecha digital no es solo una cuestión de conexión o habilidades tecnológicas. Está directamente relacionada con las desigualdades estructurales que atraviesan nuestra sociedad. El análisis profundiza especialmente en la dimensión de aprovechamiento, para evidenciar los mecanismos que perpetúan las desigualdades de género en la esfera digital.
Dimensiones clave de la brecha digital de aprovechamiento
Entre los aspectos analizados en la dimensión de aprovechamiento destacan:
Los distintos niveles de inclusión sociodigital y los factores que influyen en las actitudes hacia la tecnología.
La autonomía y/o dependencia digital de las mujeres.
Los roles de género en el acompañamiento digital.
El impacto de las violencias digitales y su relación con el bienestar digital.
El uso problemático de pantallas y sus implicaciones.
Principales conclusiones en clave de género
Autopercepción y la autoconfianza digital
La falta de autoconfianza digital entre las mujeres, así como una visión más negativa sobre sus competencias digitales, limita su participación y mantiene la brecha digital.
Un 72,1% de la población se autopercibe con competencias digitales entre básico e intermedio.
Las mujeres tienden a autopercibirse con un nivel de competencias digitales más bajo que los hombres:
Un 52,3% de las mujeres presenta niveles bajos o muy bajos de autoconfianza digital, frente al 38,7% de los hombres.
Un 7,4% de los hombres cree que tiene conocimientos altamente especializados, el triple que las mujeres (2,4%).
En igualdad de competencias digitales, las mujeres presentan niveles inferiores de autoconfianza digital en comparación con los hombres.
Dependencia digital y acompañamiento
El acompañamiento digital es un factor clave para la inclusión sociodigital, pero se estructura según roles de género.
Un 45,8% de la población es dependiente digital, con una mayor incidencia en mujeres (52,7% frente al 38,4% de los hombres).
Las mujeres tienden a percibirse menos como acompañantes digitales. De media, un 57,6% de la población se identifica como acompañante digital. Los hombres (62%) declaran acompañar más que las mujeres (53,2%), aunque esta diferencia desaparece en la cohorte de 30 a 44 años.
En el acompañamiento digital, las mujeres asumen en mayor medida tareas vinculadas a los cuidados, reproduciendo roles de género en el entorno digital.
Las personas dependientes digitales recurren en su inmensa mayoría a redes informales. La dependencia digital puede llevar a la exclusión si no se cuenta con redes de apoyo adecuadas.
Bienestar digital y violencia en el entorno digital
Las violencias digitales y la falta de seguridad en la red afectan especialmente a las mujeres y limitan su participación en el entorno digital.
- Las mujeres jóvenes de 18 a 29 años son las más expuestas digitalmente, aunque los hombres tienen mayor autorepresentación en la red.
- Violencias digitales sobre la autorepresentación: 37,6% de las mujeres jóvenes considera su imagen menos atractiva que la de otras personas en redes sociales, frente al 18,9% de la población.
- Un 76,4% de la población cree que el entorno digital no es seguro para expresar opiniones políticas, siendo los hombres los que se sienten más seguros en este aspecto.
- Un 20% de la población ha sufrido violencia digital explícita, destacando insultos, amenazas y acoso.
- Los hombres asocian el bienestar digital con conocimientos y acceso a tecnología, mientras que las mujeres lo relacionan con la ausencia de violencias digitales.
En este 8 de marzo, es imprescindible recordar que la igualdad también se juega en el ámbito digital. Garantizar una sociedad digital inclusiva no solo implica mejorar el acceso y las competencias tecnológicas, sino también eliminar las barreras estructurales que perpetúan la desigualdad de género.
Con esta investigación, la Fundació Ferrer i Guàrdia aporta datos clave para comprender la brecha digital de género y avanzar hacia un entorno digital más equitativo para todas las personas.