Un 18% de españoles se siente excluido del mundo online: encuesta de brecha digital


Un 18% de españoles declara sentirse excluido del mundo online, según la encuesta de brecha digital de la Fundación Ferrer Guardia 

La Fundación Ferrer Guardia ha presentado este jueves en el Espai Societat Oberta de Barcelona la Encuesta Brecha Digital en España 2022, la primera encuesta estatal dedicada exclusivamente a la brecha y la capacitación digital. El estudio constituye una primera base de datos donde se analizan las desigualdades sociodigitales, la exclusión digital en todas sus dimensiones (acceso, uso y aprovechamiento) y los efectos de la transformación digital en la sociedad española.  


RESUMEN EJECUTIVO


La presentación de los resultados ha estado a cargo de Sandra Gómez y Hungria Panadero, investigadora y directora de la Fundación Ferrer Guardia respectivamente.

La encuesta se ha realizado con 2500 entrevistas telefónicas en todo el territorio español atendiendo a variables sociodemográficas. El diseño y desarrollo del estudio ha contado con la participación de un comité de personas expertas: Daniel Calderón (UCM), Gema Parrado (AUPEX), Jordi Jubany (docente y antropólogo independiente), José Manuel Robles (UCM), Luis Ángel Suárez (Fundación Diagrama), Miquel Àngel Prats (URL), Mireia Usart (URV), Núria Alonso (Colectic), Rosa Borge (UOC), Nacho Guadix (UNICEF), Albert Sabater (UdG), Miguel Ángel Rodríguez (FAD) y Rodrigo Zardoya (Fundación Dédalo).

Los datos de la encuesta muestran que la edad, el género, los estudios, la renta y las actitudes hacía la tecnología son los factores más decisivos en las brechas sociodigitales.  


Brecha de acceso

Sobre la brecha de acceso, se observa que 1 de cada 10 personas siguen sin tener acceso a Internet. El 91,6% de las personas encuestadas cuentan con una conexión fija y/o móvil. No obstante, el género, la edad y la renta influyen en esta brecha de acceso. En este sentido, un 24,3% de las personas mayores de 65 años carecen de acceso a Internet.  

En cuanto a otros dispositivos, un 83% de la población dispone de un smartphone, mientras que el acceso a un ordenador es del 69%. Los ingresos en el hogar y la tipología de familia también son variables que producen desigualdades. Así pues, las familias monomarentales tienen un acceso a ordenador del 32,7%, un porcentaje muy inferior a las familias compuestas por dos progenitores (46,4%).  


Brecha de uso

La brecha de uso, referente a la frecuencia y diversidad de usos de Internet y las tecnologías digitales, también presenta a colectivos excluidos del ámbito digital. El 85,1% de las personas encuestadas aseguran utilizar diariamente Internet, mientras que un 4% lo utiliza una vez a la semana y un 8,5% nunca lo ha usado. En el caso de las mujeres, la brecha de uso es mayor, un 11,1% de ellas responde que nunca ha utilizado Internet. Este porcentaje se eleva hasta el 33,4% en las mujeres mayores de 65 años.  

Si se tiene en cuenta el nivel formativo, las personas sin estudios o con estudios primarios son las que hacen menor uso de Internet. La mayoría de personas con este grado de formación nunca o casi nunca hacen trámites en línea con la administración, la banca o la sanidad, entre algunos ejemplos. 


Brecha de aprovechamiento

En referencia a la brecha de aprovechamiento, se ha analizado en función de la percepción de exclusión digital, la autoconfianza digital y la percepción de aprovechamiento. En esta línea, el 26,7% de personas encuestadas tiene un nivel de autoconfianza muy bajo y no se ven capaces de asumir nuevos retos tecnológicos.  

La falta de conocimientos y confianza en las competencias digitales es el motivo principal por el cual, un 18,1% de las personas encuestadas se ha sentido excluido digitalmente de forma constante o alguna vez porque no han sabido, podido o querido utilizar las tecnologías digitales. 

Por último, sólo un 24% de las personas consideran que han mejorado sus competencias digitales a raíz de la pandemia. Las áreas competenciales con percepciones de mejora mayores son en la realización de trámites digitales (44%) y en los usos relacionales y comunicativos (39%). 


Manifiesto para la inclusión digital

Tras la exposición de resultados, se ha hecho público un manifiesto suscrito por trece personas expertas para avanzar en la inclusión digital y la igualdad de oportunidades. En total son 12 puntos:

1.  El acceso universal y de calidad a las TD e Internet como un bien social

2. Una Administración digital que no deja a nadie atrás

3. Una Agenda digital con perspectiva local

4. La reducción de la brecha digital desde la reducción de las desigualdades sociales

5. El abordaje de la brecha digital de género

6. La defensa de los derechos digitales de la infancia y la juventud

7. Participación ciudadana inclusiva en el ámbito digital

8. La socialización de la gobernanza de Internet

9. La ciberseguridad como derecho digital

10. El conocimiento y los recursos para abordar las desigualdades sociodigitales

11. La alfabetización y la capacitación digital como clave para la inclusión

12. La sistematización de la evaluación competencial


Internet como bien social, brecha de género y la inclusión de las personas vulnerables 

La segunda parte del acto ha consistido en un diálogo con tres de las personas expertas participantes en el diseño de la encuesta: José Manuel Robles (Universidad Complutense de Madrid), Mireia Usart (Universitat Rovira Virgili) y Miquel Àngel Prats (Blanquerna – Universidad Ramon Llull). Con la moderación de Esther Paniagua, periodista especializada en ciencia e innovación.  

Para José Manuel Robles, Internet y el ámbito digital se han convertido en un bien social que se debería proteger igual que se hace con la educación, ya que es un medio donde las personas expresan sus demandas y objetivos vitales. Robles alerta sobre la situación online actual donde “existe una profunda desigualdad que va a la base de nuestro sistema democrático”.  

Otra de las dimensiones tratadas en el diálogo ha sido la brecha de género. Mireia Usart asegura que hay un problema evidente con los estereotipos y la falta de referentes femeninos en el sector digital. “Desde los 6 años hasta la edad adulta, nos sentimos menos competentes digitales que nuestros compañeros”, afirma Usart.  

Finalmente, Miquel Àngel Prats ha pedido un índice para medir el nivel de inclusión de los colectivos vulnerables como las personas de mayor edad. Para Prats, el marco europeo de competencias digitales para la ciudadanía no se puede aplicar a toda la población, ya que “primero se tiene que familiarizar o alfabetizar con la tecnología”. Para llevarlo a cabo, el profesor ha propuesto medidas como el acompañamiento o talleres prácticos de formación.