Identificamos los retos para la transformación y mejora de la financiación de las entidades del Tercer Sector en España
Las entidades del Tercer Sector de Acción Social (TSAS) son fundamentales para garantizar el ejercicio de derechos fundamentales, el acceso a servicios y recursos, así como contribuyen a la cohesión y al progreso social. Garantizar la sostenibilidad y crecimiento de sus actividades es primordial, por ello, uno de los retos estratégicos del sector es asegurar su financiación.
La Fundación Ferrer Guardia presentó este martes 12 de diciembre los principales resultados del estudio “La financiación de entidades del Tercer Sector de Acción Social: transformación y mejora de las fuentes de financiación”.
Se trata de una investigación que analiza la situación de la financiación de las entidades en España, incorpora prioridades para lograr diversificar la financiación y recomendaciones para su consolidación. A través de grupos focales con entidades de distintas partes del Estado, el estudio identifica los principales retos del sector en el ámbito de la financiación, así como buenas prácticas y experiencias compartidas. Además, se ha contado con la colaboración de un comité de personas expertas para el seguimiento y la validación de los resultados de la investigación.
La presentación de los datos estuvo a cargo de Josep Mañé, autor del estudio e investigador de la Fundación Ferrer Guardia. El acto también contó con una mesa redonda de personas expertas en financiación de entidades del Tercer Sector de la mano de Rocío García (Fundación Secretariado Gitano-Madrid), Sílvia Sánchez (Plena Inclusión Madrid) y Marta Obduila (Fundación ECOM).
El reconocimiento de las entidades del Tercer Sector de Acción Social
En España, las entidades del Tercer Sector de Acción Social representan el 1,44% del PIB (2021). Por primera vez, la cifra de entidades que cuentan con financiación propia es superior a las que cuentan con financiación pública. A pesar de su retroceso en los últimos años, los recursos públicos todavía son los que tienen mayor peso (46,7%), seguido de la financiación propia que crece (30,8%) y la financiación privada (22,4%) que se mantiene estable.
El estudio también identifica los principales retos de la financiación de las entidades del TSAS y en relación con la normativa y los procesos administrativos. En primer lugar, se destaca la sostenibilidad financiera de organizaciones que no realizan intervención directa, el elevado coste para conseguir financiación privada o la necesidad de reforzar los criterios sociales en la contratación pública por parte de las administraciones. En segundo lugar, se identifica la necesidad de modificar la Ley General de Subvenciones para reconocer y definir a las entidades del Tercer Sector, con su consiguiente sostenibilidad al acceso a subvenciones, así como definir canales específicos de subvención para entidades de base pequeñas.
A partir de estos resultados, se proponen recomendaciones en seis ejes temáticos con hasta 20 líneas de actuación tanto para las entidades del TSAS como para la administración. El reconocimiento de estas entidades en el marco normativo, la racionalización de los procesos administrativos sobre subvenciones, la consolidación de la financiación pública con programas estables y criterios sociales en la contratación, así como el desarrollo de estructuras de apoyo mutuo, son algunas de las propuestas.
Reforma de la financiación y evaluar el impacto social
Tras la presentación del estudio, se ha profundizado con un diálogo sobre los retos de la financiación de las entidades del Tercer Sector de Acción Social. Para Sílvia Sánchez, directora de Estrategia y Desarrollo en Plena Inclusión Madrid, apuesta por reformas estructurales en la financiación para garantizar su estabilidad. “Afecta sobre todo a la gran cantidad de profesionales con el que cuenta el sector, generamos empleo, pero no es el ideal”, ha asegurado. Sobre la potencialidad de estas organizaciones, Marta Obdulia, gerente de la Fundación ECOM, ha incidido en la necesidad de reconocimiento por parte de la administración para “mejorar la incidencia”. Finalmente, en su intervención, Rocío García, directora territorial de la Fundación Secretariado Gitano-Madrid, ha expuesto la importancia de medir el impacto social de los proyectos para “avanzar en políticas públicas a partir de las experiencias TSAS de éxito”.