Acceso, conocimiento y motivación: las claves de ParticipaTIC para la capacitación digital a través de la participación infantil y juvenil
Más allá de la digitalización, las cuestiones de fondo que acaban determinando la implicación con la participación acaban siendo las mismas de siempre: saber, poder y querer. Es decir, tener la información, conocimientos y herramientas necesarias, que en este caso incluyen el acceso a las herramientas y las competencias digitales. De la misma manera, la motivación se vislumbra como un elemento esencial.
Esta es una de las principales conclusiones del seminario ParticipaTIC del pasado 8 de noviembre. Organizado por la Fundación Ferrer Guardia, en la sesión se presentó el avance de resultados de la investigación liderada por la Fundación y se reflexionó sobre los retos y oportunidades que ofrecen las tecnologías para la participación infantil y juvenil.
Hibridación y fin de la dicotomía digital-presencial
En la jornada se constató como la dicotomía digital/presencial parte de una visión adultocéntrica. Tanto en los resultados de la investigación como en el diálogo, se comprobó que, para las personas jóvenes, las herramientas digitales forman parte de su realidad de la misma manera que los espacios presenciales. La consecuencia natural, pues, es que la participación juvenil tenderá hacia la hibridación, utilizando aquellas herramientas que faciliten la misma, indistintamente del entorno o formato en el que se produzcan.
En el estudio ParticipaTIC también se observan retos vinculados a la hibridación de los procesos participativos. “El debate quizás no debería centrarse en si la participación infantil y juvenil se debe producir en el ámbito presencial o digital, sino que la cuestión es garantizar las condiciones para que se produzca de forma óptima en ambos entornos”, aseguró Sandra Gómez, investigadora de la Fundación Ferrer Guardia. Así pues, la tendencia que hemos observado es la de preservar la presencialidad para procesos de deliberación o de cohesión de grupo, y fomentar el entorno digital para el trabajo colaborativo o la comunicación interna.
Profundizar en el desarrollo de competencias actitudinales y críticas
En los espacios de participación, la principal área competencial desarrollada a través de herramientas digitales es la comunicación y la colaboración, pero en la mayoría de casos la capacitación se centra principalmente en las habilidades básicas y técnicas. Según el estudio, se debería de incidir más en las competencias actitudinales y críticas, así como tener en cuenta las desigualdades sociodigitales y otros condicionantes. Además, tal y como destaca Maria Padró-Solanet, investigadora de la Fundación Ferrer Guardia, los espacios participativos suponen un entorno ideal para la adquisición de competencias críticas, que son directamente transferibles a la capa digital.
La importancia de las relaciones y las nuevas formas de participación
La segunda parte del seminario consistió en un diálogo con personas expertas en participación infantil y juvenil y digitalización: Nacho Guadix (Unicef España), Mariona Ferrer (JOVIS.com), Esther Navarro (Cibercorresponsales – proyecto de Plataforma de Infancia) y Uri Serra (Proceso participativo de Ciudadanía Adolescente del Ayuntamiento de Barcelona – proyecto de Pla Estel).
Según la investigadora Mariona Ferrer, se ha producido un aumento de la participación juvenil informal. “Te movilizas por temas que te identificas, pero es una movilización puntual”, subrayó Ferrer. Algunos ejemplos serían las protestas por el clima o el consumo político (es decir, en la decisión de comprar determinados productos con una motivación política).
Para conseguir la participación infantil y juvenil en espacios institucionales se considera clave la motivación. En palabras de Oriol Serra, es importante desarrollar la identidad. “Si te sientes del sitio es cuando quieres intervenir y formar parte”, remarcó. Al mismo tiempo, destacó la necesidad del retorno de los resultados de los espacios de participación y explicar qué se ha conseguido con ella.
Así mismo se advirtió de la importancia de no perder de vista el hecho que la participación constituye un derecho de la infancia y, por tanto, se debe proteger y garantizar que se ponen a disposición los medios o recursos necesarios para hacerla efectiva, también en el ámbito digital. Nacho Guadix, responsable de Educación y Derechos Digitales de Unicef, también destaca en este sentido el impacto de las brechas digitales, que afectan al acceso, uso y aprovechamiento digital, y apunta los efectos del acompañamiento: “Vemos que en las familias que están involucradas en la vida digital de sus hijos las tasas de riesgo son la mitad o un tercio.”
Finalmente, para Esther Navarro de Plataforma de Infancia es vital abandonar la visión adultocéntrica en los espacios de participación infantil. “La participación tiene que ver con perder el control del adulto”, aseguró. En este sentido, destacó como elementos importantes la autogestión y el acompañamiento entre iguales.